El minoxidil se emplea muchísimo en formulación magistral para tratar alopecias por vía tópica debido a su acción vasodilatadora periférica, especialmente en el caso de la alopecia androgénica. Dicha acción incrementa el riego sanguíneo en el folículo piloso, contrarrestando así la disminución de la microcirculación cutánea, principal causa de la pérdida de cabello, debida a la acción de la DHT (dihidrotestosterona). La dihidrotestosterona se produce a partir de la testosterona por la acción de la enzima 5-alfa-reductasa.
Suele dar resultado, y al cabo de 6-8 meses de uso diario se observa que la caída no sólo se frena, sino que el cabello crece más fuerte y engrosado, llegando en muchas ocasiones a volver a crecer en zonas que lo habían perdido. Si se interrumpe el tratamiento el pelo vuelve a caer.
En alopecia areata se emplea en concentraciones del 1 al 5% y en alopecia androgénica normalmente del 2-3% aplicado dos veces al día, pero no es raro formular al 5%.
Se suele combinar con 17-alfa-estradiol, 11-alfa-hidroxi progesterona, ácido retinoico, cimetidina, vitaminas, etc.
Se prepara en solución hidroalcohólica.
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