Vitamina C. Algo más que un antioxidante.
VITAMINA C (Ácido ascórbico):
Además de tener un importante efecto antioxidante, potencia el sistema inmune, interviene en la producción de colágeno (vital para la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos), en la reparación del tejido conectivo, coagulación y cicatrización de heridas, absorción del hierro, metabolización de las grasas y desarrollo óseo.
No se recomiendan cantidades superiores a 2,000 mg/día, dado que tales dosis altas pueden llevar a malestar estomacal y diarrea.
El déficit de vitamina C causa una menor respuesta del sistema inmune, peor cicatrización, debilidad de los vasos sanguíneos (causa sangrado de nariz y encías), gingivitis, anemia, problemas capilares, piel seca, dolores articulares. Los casos extremos causan escorbuto.
El escorbuto se caracteriza por cursar con gingivitis, anemia, debilidad y hemorrágias cutáneas. Era una enfermedad típica de marineros en largas travesías por no comer alimentos frescos durante mucho tiempo.
La vitamina C es muy delicada. Se oxida con rapidez en contacto con el aire y se destruye al cocinar, por lo que los alimentos ricos en esta vitamina es mejor comerlos crudos. La pérdida se reduciría cocinando al vapor o con horno microondas.
Alimentos con vitamina C: Esencialmente frutas y verduras (kiwi, fresa, frambuesa, naranja, limón, pomelo, mango, piña,papaya, melón, sandía, moras, arándanos, pimientos, espinaca,brócoli, coliflor, patata, tomate).