¿Qué es?
La gripe es una infección vírica que afecta a las vías respiratorias.
A quién afecta:
Puede afectar a cualquiera. Se presenta en forma de epidemias anuales durante los meses de invierno, afectando a un 10-20% de la población. Puede ser más o menos virulenta en función de la cepa del virus influenza y de la inmunidad adquirida por la población. La incidencia es mayor en niños y adolescentes.
Causas:
Los virus acceden por la nariz o la garganta y alcanzan los pulmones. También es posible la transmisión por contacto con superficies contaminadas por el virus. Tras el acceso del virus pasan de 1 a 4 días de incubación. Se puede contagiar la enfermedad desde 2 días antes del comienzo de los síntomas hasta 5 días después. Los virus gripales sufren mutaciones (cambios mayores y variaciones menores) que hacen que cada epidemia sea diferente.
Tipos:
Los virus de la gripe se clasifican en Influenzavirus A, Influenzavirus B e Influenzavirus C. Los tipos B y C afectan generalmente a humanos, mientras que los virus tipo A pueden infectar al hombre, a otros mamíferos y a las aves. El tipo A se subclasifica en 9 subtipos N y 16 subtipos H, siendo los subtipos H1, H2, H3, N1 y N2 los relacionados con brotes extensos de gripe en seres humanos.
Síntomas:
La gripe provoca una alteración de la mucosa respiratoria normalmente autolimitada. Los síntomas son fiebre y dolor de cabeza, escalofríos, mialgias, congestión nasal, dolor de garganta, tos seca, dolores musculares (sobre todo en la espalda), malestar general y pérdida de apetito. La fiebre y los dolores musculares suelen durar entre 3 y 5 días. La congestión y el malestar general pueden durar hasta 15 días. En algunos casos pueden producirse complicaciones, siendo la neumonía la más frecuente. Son más habituales en los grupos de riesgo: mayores de 65 años, niños hasta los dos años, embarazadas y enfermos (inmunodeprimidos, diabetes, EPOC, etc).
Se puede confundir la gripe con el resfriado, que también es vírico.
Síntomas | Resfriado | Gripe |
Inicio síntomas | Gradual | Brusco |
Fiebre | No | Si |
Dolor de cabeza | Ocasional | Sí |
Malestar general | Mínimo | Intenso |
Dolor muscular generalizado | No | Muy frecuente |
Debilidad | No | Intensa |
Cansancio | Ligero | Intenso |
Congestión nasal | Muy intensa | Ocasional y leve |
Estornudos | Muy frecuentes | Poco frecuentes |
Dolor de garganta | Garganta reseca y dolorosa | Leve |
Dolor en el pecho | Leve y poco frecuente | Puede ser intenso |
Tos | Frecuente e irritante | Ocasional |
Tratamiento:
- Humidificar el ambiente y usar suero para limpiar la nariz.
- Beber líquidos en abundancia.
- Reposo relativo.
- Evitar el alcohol y el tabaco.
- Utilizar antigripales o antitémicos y analgésicos.
- Utilizar caramelos demulcentes (caramelos de miel y limón) para aliviar las molestias de garganta.
- Informar a su médico si pertenece a alguno de los grupos de riesgo.
- Analgésicos /Antipiréticos: para el dolor y la fiebre (paracetamol, ibuprofeno y ácido acetilsalicílico).
- Descongestionantes: para la congestión nasal. Los tópicos en aerosol (oximetazolina y xilometazolina) son inmediatos y su efecto dura poco tiempo. Tienen efecto rebote y no se deben usar más de 3 o 4 días. Los orales (fenilefrina, pseudoefedrina) cuentan con un efecto duradero sin efecto rebote.
- Antihistamínicos: disminuyen la cantidad de moco segregado (clorfeniramina, difenhidramina, bromfeniramina y dexclorfeniramina), pero como efecto secundario dan sueño principalmente (también estreñimiento, sequedad de boca, etc). Están contraindicados en los pacientes con glaucoma, epilepsia e hiperplasia de próstata.
- Antitusivos: en los casos en que la tos seca no deje dormir (codeína y dextrometorfano)
- Mucolíticos: fluidifican el moco, facilitando su expulsión (acetilcisteína, etc).
- Expectorantes: activan la expulsión de la mucosidad de la garganta (ambroxol, bromhexina, etc)
- Antivirales: se utilizan en el tratamiento de la gripe en grupos de riesgo que no han sido vacunados, en pacientes en los que está contraindicada la vacunación o en los que no protege lo suficiente. Reducen la duración y los síntomas si se administran en las primeras 48 horas. Se usan adamantinas, inhibidores de la neuraminidasa, zanamivir y oseltamivir.
Prevención:
La vacunación es el único método eficaz de prevención y se recomienda en grupos de riesgo. Las medidas higiénico-dietéticas pueden ayudar a prevenirla: lavarse o desinfectarse las manos con frecuencia, evitar los besos, usar pañuelos desechables, ventilar, taparse al estornudar o toser…
Autor: Luis Marcos Nogales (farmacéutico). Febrero 2012
Fuentes: www.portalfarma.com; www.nlm.nih.gov/medlineplus; www.fisterra.com; www.cofm.es.