Qué es:

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel, multifactorial, normalmente asociada al asma y la alergia, que suele presentarse en forma de brotes y cuyo síntoma mas típico es el picor. Suele asociarse al asma y la alergia.

A quién afecta:

La dermatitis atópica afecta a todas las razas y edades, pero tiene más incidencia en niños entre el primer año de vida y los 12 años.

Causas:

Se debe a una reacción de hipersensibilidad que produce una inflamación prolongada de la piel. Existen varias teorías que explican las causas de la dermatitis atópica. El origen según estas teorías puede ser de origen genético, neurovegetativo, psicológico, alérgico o inmunológico.

Síntomas:

El síntoma más típico es el picor y la aparición de eccemas. Pueden aparecer ampollas que supuran con enrojecimiento de la piel que las rodea, zonas de piel seca con mayor o menor pigmentación que el resto y supuración o sangrado del oído.

  • Lactantes: afecta a las mejillas y cuero cabelludo, y puede extenderse al tronco y las extremidades. El rascado llega a producir heridas que se infectan con frecuencia.
  • Infancia: afecta a los pliegues ( rodillas, codo, axilas e ingles), la nuca y el dorso de los pies y de las manos. La piel de las zonas afectadas aparece pálida, con escamas, engrosada y seca.
  • Adultos: se presenta en cara y nuca, hombros, pecho y pliegues de las extremidades.

Tratamiento:

Se utilizan corticoides inmunosupresores por vía tópica para disminuir la reacción alérgica junto con cremas muy hidratantes y específicas para pieles atópicas. En ocasiones también antihistamínicos por vía tópica u oral. En caso de sobreinfección por el rascado se usan antibióticos.

Prevención: 

  • Lo más importante mantener la piel hidratada y limpia.  Usar productos específicos para piel atópica.
  • Evitar el estrés y la ansiedad, ya que bajan las defensas y puede empeorar la dermatitis.
  • La ducha se aconseja que sea con agua templada, con un gel especial para pieles atópicas, secando la piel sin frotar y aplicando cremas hidratantes apropiadas.
  • El calor y la sequedad ambiental incrementa la descamación de la piel y el picor. El calor del verano y la calefacción alta en invierno pueden agravar la enfermedad.
  • La exposición solar moderada y el agua de mar suelen mejorar las lesiones.
  • Las quemaduras solares que agravan las lesiones. La crema de protección solar debe ser para piel sensible, sin perfumes y si es posible sin alcohol.
  • La ropa en contacto con la piel debe ser de algodón o lino, nunca de materiales sintéticos o lana.
  • Evitar el uso de suavizantes en el lavado de la ropa.
  • Las manos deben protegerse mediante el uso de guantes al fregar.
  • El entorno debe estar limpio, libre de polvo (sin moqueta o alfombras) y evitando la presencia de animales, especialmente si se asocia a otras enfermedades alérgicas como el asma y la rinoconjuntivitis.
  • Algunos alimentos ácidos (cítricos, tomate) pueden irritar la piel al ingerirlos o ser manipulados.
  • El café, el cacao y el alcohol incrementan el prurito.
  • Evitar alimentos con muchos aditivos.
  • Algunos alimentos contienen histamina y pueden desencadenar prurito por liberar esta sustancia (fresas, marisco, pescados en conserva).

Autor: Luis Marcos Nogales (farmacéutico)

Fuentes: Formulación magistral en atención primaria (COF Bizkaia); www.portalfarma.comwww.nlm.nih.gov/medlinepluswww.fisterra.comwww.cofm.es

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