La vaselina salicílica es una de las fórmulas magistrales más habituales y es ampliamente recetada por los dermatólogos y los médicos de atención primaria. Su principio activo es el ácido salicílico, que aplicado por vía tópica es queratoplástico a concentraciones menores del 1%, utilizándose habitualmente en el tratamiento de úlceras crónicas y estados descamativos. Formulado entre el 1 y el 2% se puede usar para neutralizar el sudor de los pies (hiperhidrosis). En concentraciones del 1 al 10% es queratolítico y se emplea en el tratamiento de caspa, eczemas, psoriasis, hiperhidrosis, dermatofitosos e ictiosis debido a su capacidad de provocar la caída de la capa cornea de la epidermis o reduciendo su espesor.
Las concentraciones entre el 10 y el 20% tienen un poder queratolítico mayor y se utilizan en el tratamiento de callosidades, verrugas y papilomas formulándolo en colodión elástico , llegando en ocasiones a concentraciones del 30, 40 e incluso 60%. Dada su actividad antifúngica, se puede asociar a otros antifúngicos en el tratamiento de dermomicosis. Tiene también actividad bacteriostática.
La vaselina salicílica, se formula habitualmente al 10% y elimina las durezas y las callosidades de la piel e impide su formación, por lo que se receta para el tratamiento de hiperqueratosis. También se utiliza en procesos en los que la piel presente escamas como psoriasis, ictiosis y ciertos eccemas.
En resumen, el uso terapéutico del ácido salicílico en función de su concentración es:
- 0,5 – 1 %: úlceras crónicas y estados descamativos.
- 1 – 2 %: hiperhidrosis.
- 1 – 5 %: bacteriostático y fungicida.
- 5 %: descamación epidérmica del conducto auditivo.
- 1 – 10 %: psoriasis, caspa, eczemas, hiperhidrosis, e ictiosis.
- 10 – 20 %: callos y verrugas plantares.
- 10 – 40 %: en estados hiperqueratósicos.
- >40 – 60 %: callosidades, verrugas, y papilomas.
Es recomendable lavar bien la zona a tratar y proteger con vaselina la zona que rodea la lesión antes de la aplicación. Hay que evitar el contacto con los ojos y mucosas. Lavar las manos después de cada aplicación, salvo que éstas estén sometidas a tratamiento. No debe aplicarse en grandes superficies corporales durante mucho tiempo, especialmente en niños y pacientes con enfermedades de hígado o riñón ni sobre piel erosionada ya que puede producir efectos tóxicos debidos al ácido salicílico.
Está contraindicado el uso de la vaselina salicílica en marcas de nacimiento, verrugas con crecimiento de pelo, verrugas localizadas en la cara o en la zona genital, así como en mucosas o cualquier área infectada. También está contraindicado en caso de alergia al ácido salicílico, de diabetes y mala circulación (en las extremidades). No se deben utilizar vendajes oclusivos (que impidan la ventilación de la zona), salvo indicación médica.
No debe utilizarse durante el embarazo y la lactancia sin consultar al médico. En ningún caso debe utilizarse sobre el pecho durante la lactancia. No se debe utilizar en niños menores de 2 años. En niños mayores debe utilizarse con precaución.
El ácido salicílico puede dar lugar a reacciones alérgicas (urticaria, anafilaxia y eritema multiforme), reacciones irritativas e inflamatorias, pudiendo producir dermatitis si se aplica repetidamente sobre la piel. Se han descrito casos de intoxicación cuando se ha usado en grandes superficies o en dosis muy elevadas.
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Autor: Luis Marcos Nogales (farmacéutico). Actualizado el 12-11-16
Bibliografía: Formulario Nacional (AEMPS); Formulario Magistral (COF Murcia); Formulario Básico de Medicamentos Magistrales (Mª.J.Llopis y V. Baixauli). www.acofarma.com