Qué es:

Se considera que existe diarrea si las heces son líquidas o no formadas, en mayor cantidad de lo normal o si se defeca más de tres veces al día.

A quién afecta:

A cualquiera. Puede deberse a un mero desajuste en la flora del intestino por el cambio de alimentación, o a una infección. Los síntomas son malestar, dolor abdominal y heces acuosas. La diarrea es típica en personas que viajan a países con unas condiciones higiénico-sanitarias poco desarrolladas (diarrea del viajero). Si aparece inmediatamente después de haber ingerido alimentos puede tratarse de una infección. Esto incluye la posibilidad de una infección por  Salmonella, Campylobacter, Shigella, E. coli o Staphylococcus aureus. Especial importancia tiene la Salmonella en alimentos elaborados con huevo y sin cocinar, como la mayonesa, durante el verano.

Las personas que utilizan algunos medicamentos como antibióticos, antiácidos de magnesio, anticancerosos (quimioterapia) o laxantes pueden sufrir diarreas. En el caso de los antibióticos es típico el de la amoxicilina-ácido clavulánico. Se recomienda tomar suplementos de flora intestinal para repoblar el intestino. Los antibióticos no sólo matan patógenos, afectan también a otros microorganismos, como los que componen la flora intestinal. Esto afecta al equilibrio que mantienen haciendo que proliferen otros como el Clostridium, que secreta toxinas y es el responsable de casi la mitad de las diarreas por antibióticos (hay que tratar con otro antibiótico como el metronidazol). Aparecen normalmente a los 4-5 días del comienzo del tratamiento. Si la diarrea es intensa se suele suspender el tratamiento.

Diarrea

Causas:

Infecciones (virus, bacterias, hongos), intoxicaciones, tratamientos farmacológicos, hábitos dietéticos. La causa más habitual es una gastroenteritis viral.

Tipos: 

  • Diarrea secretora: El intestino secreta más agua de la que absorbe por la presencia de agentes secretagogos (toxinas, virus,etc…). No remite con el ayuno.
  • Diarrea osmótica: Por ingestión de solutos  que no se absorben, y al llegar al intestino las heces aumentan su proporción de agua para contrarrestar el desequilibrio que causan. Cesa con el ayuno. Típica en intolerantes a la lactosa o al gluten y en personas que ingieren mucha cantidad de edulcorantes artificiales.
  • Diarrea motora: Por alteración de la motilidad intestinal.
  • Diarrea exudativa o inflamatoria: Por la presencia de plasma, sangre, proteínas séricas o moco debida a alguna lesión o patología. Esto ocurre en caso de patologías como linfoma, carcinoma, tuberculosis, enteritis regional, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, etc.

También se pueden clasificar como:

  • Diarrea aguda: Duración  inferior a 2-3 semanas. Casi todas debidas a infecciones, presentando heces líquidas y frecuentes junto con dolor abdominal. Son preocupantes en niños y ancianos, ya que se deshidratan con facilidad.
  • Diarrea crónica: Dura más de dos meses. Puede ser indicativo de una enfermedad grave como el cáncer.

Otra clasificación sería:

  • Leve: Menos de tres deposiciones al día y sin fiebre ni dolor abdominal.
  • Moderada: Entre 3 y 5 deposiciones al día, sin fiebre y con dolor abdominal.
  • Grave: Más de 5 deposiciones al día, fiebre, dolor abdominal y deshidratación.

Síntomas:

Heces líquidas, sueltas y frecuentes. La diarrea no aparece sola. Suele ir acompañada (no necesariamente de todos a la vez) de náuseas y vómitos,  dolor abdominal y dolor de cabeza. La fiebre es ocasional. Es fácil que se presenten cuadros de deshidratación, hipopotasemia o hipomagnesenia, debido a la pérdida de agua y electrolitos. La sequedad de boca, ausencia de lágrimas, piel seca, ojos hundidos y la orina oscura o escasa son signos de deshidratación.

Tratamiento:

En la mayoría de los casos las diarreas agudas son leves y tienen un carácter claramente autolimitado, desaparecen en unos días o incluso horas. Lo que se busca principalmente es evitar la deshidratación -clasificada en leve (pérdida de peso menor del 5%), moderada(5-10%) o grave (más del 10%)- , reponer electrolitos, restaurar la flora intestinal y mejorar los síntomas.

No farmacológico:

  • Soluciones de rehidratación oral  (SRO). Están compuestas por sales de sodio, potasio y cloro junto con glucosa. En casos leves basta con beber  y cuidar la dieta (los remedios caseros a base de limón son útiles en este caso) salvo en el caso de niños pequeños. Aunque no tengan deshidratación deben tomar SRO (mayores de un mes). Si la deshidratación es leve se recomienda su uso, y en el caso de las graves la rehidratación será por vía intravenosa en un hospital. La SRO se tomará con frecuencia y a pequeños sorbos. Se debe tener precaución en personas hipertensas, con insuficiencia renal o diabetes.
  • Realimentación: Se evitarán los alimentos grasos y los ricos en azúcar. En general la dieta será a base de alimentos blandos tomados en poca cantidad y en varias tomas. Ejemplos de alimentos blandos son: arroz blanco, patata cocida, pescado blanco cocido, manzana, plátano, yogur, pan blanco. Para beber lo mejor es agua o infusiones. No son recomendables las bebidas gaseosas ni el café. En lactantes se debe reanudar la alimentación tras el período de rehidratación.

Farmacológico: Depende de la causa de la diarrea.

  • Inhibidores de la motilidad intestinal: Consiguen ralentizar el paso de las heces por el intestino, dando tiempo a que se absorban más agua y electrolitos. También se reduce la frecuencia de las deposiciones. El más utilizado es la loperamida. No se debe usar en niños menores de dos años.
  • Adsorbentes intraluminales: Son inertes, y por lo tanto seguros, pero pueden alterar la absorción de otros fármacos. Aumentan la consistencia de las heces hasta el punto de causar estreñimiento si no se usan bien, pero no reducen la pérdida de agua, por lo que el problema original puede persistir a pesar de no tener heces líquidas o poco consistentes. No se recomiendan en niños. Los más utilizados son el tanato de gelatina, la pectina y la colestiramina.
  • Potenciadores de la absorción intestinal: Aumento de la absorción de aquellas sustancias eliminadas en exceso. Se usan principalmente las soluciones de rehidratación oral (SRO).
  • Inhibidores de la secreción intestinal: Reducen la secreción de agua y electrolitos por el epitelio intestinal. Se utiliza sobre todo la somatostatina y sus análogos.
  • Antibióticos: Se usan exclusivamente en casos de infecciones bacterianas en pacientes de alto riesgo siempre que no se autolimite. Los antibióticos más empleados son las quinolonas (ciprofloxacino), el trimetoprim/sulfametoxazol y la doxiciclina.
  • Probióticos: Un probiótico es un microorganismo no patógeno que puede colonizar el cólon, donde disminuye la duración y la gravedad de la diarrea. Debe resistir el paso por es sistema digestivo, ser de origen humano y haber demostrado sus beneficios. Se suelen usar el Bacillus subtilis,el Lactobacillus acidophilus o el Saccharomyces boulardii.
  • Vacunas: Se pueden usar vacunas como profilaxis de diarrea de origen bacteriano al viajar a zonas endémicas y de origen viral en niños (rotavirus).

Prevención: 

  • Adecuada higiene personal, sobre todo de las manos.
  • Adecuada manipulación, conservación y fuente de los alimentos: No comer frutas y verduras sin lavar o pelar, no comer carne o pescado crudos. Evitar las salsas en épocas calurosas.
  • Ingesta regular de probióticos (Lactobacillus GG, L. Acidophilus, Bacillus subtilis,….).
  • En viajes a países en vías de desarrollo no beber agua del grifo, ni usar cubitos de hielo ni comer en puestos ambulantes. Vacunas frente a fiebre tifoidea y cólera si la zona es endémica.

 

Síguenos en FACEBOOK y entérate de todas las novedades de salud y farmacia.

Autor: Luis Marcos Nogales (farmacéutico)

Fuentes: www.portalfarma.comwww.nlm.nih.gov/medlinepluswww.fisterra.comwww.cofm.es

Compártelo ;)