Qué es:

La diabetes es una enfermedad que provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre y alteraciones del metabolismo glucídico, lipídico y proteico.

A quién afecta:

Puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad o sexo.

Causas:

Problemas en la síntesis, secreción y/o acción de la insulina.

Tipos:

  • Diabetes Mellitus tipo 1: destrucción autoinmune de las células beta del páncreas. No se produce insulina, por lo que se necesita inyectarla. Es más habitual en personas jóvenes (<30 años).
  • Diabetes Mellitus tipo 2: se produce insulina, pero con alteraciones de su secreción y/o acción. La obesidad es un factor de riesgo muy importante. También aparece en tratamientos prolongados con corticoides.
  • Diabetes gestacional: hiperglucemia durante el embarazo por una  alteración de la tolerancia a la glucosa.
  • Diabetes asociada: intolerancias a la glucosa asociadas a otras enfermedades.

Síntomas:

  • Diabetes Mellitus tipo 1: sed, micción excesiva, perdida de peso, nauseas, vómitos, agotamiento, “moscas volantes” y visión borrosa, que terminan derivando en una cetoacidosis diabética.
  • Diabetes Mellitus tipo 2: inicialmente no presenta síntomas. Al evolucionar la enfermedad hay un aumento de la micción (poliuria) y la sed (polidipsia) moderados y raramente aparece cetoacidosis. Otros síntomas son aumento de apetito (polifagia), picores, infecciones que sanan lentamente, enfermedades cardiovasculares asociadas y visión borrosa.

A corto plazo pueden aparecer:

  • Hipoglucemia: valores por debajo de 50-60 mg/dl.
  • Cetoacidosis: por déficit de insulina. Se movilizan y oxidan ácidos grasos del tejido adiposo generando los cuerpos cetónicos que causan la cetoacidosis.
  • Coma hiperosmolar no cetósico: por déficit de insulina. Cursa con deshidratación muy intensa, hiperglucemia muy grave, alteración del sistema nervioso central y ausencia de acidosis por existir pequeñas cantidades de insulina, suficiente para controlar la formación de cuerpos cetónicos.

A largo plazo pueden aparecer:

  • Problemas oculares: los vasos sanguíneos de la retina se vuelven porosos y sale líquido hacia la retina, apareciendo visión borrosa (retinopatía diabética no proliferativa) o ceguera en los casos más severos (retinopatía proliferativa).
  • Problemas vasculares y sanguíneos: aparecen placas de ateroma en arterias, sobre todo en las extremidades inferiores. Si aparecen en el corazón pueden aumentar las probabilidades de sufrir una infarto de miocardio o una angina de pecho. Mayor posibilidad de infección por un funcionamiento alterado de los glóbulos blancos.
  • Problemas del sistema nervioso: los nervios se dañan por el mal metabolismo de la glucosa. Suelen aparecer hormigueos en los pies y con el tiempo dolor. El dolor termina desapareciendo al agravarse la lesión nerviosa, se pierde la sensibilidad.

Pie diabético: los vasos pequeños de los pies se dañan de tal manera que impiden el paso normal de oxigeno a los tejidos, y la mala circulación produce que las heridas cicatricen mal. Además, el enfermo muchas veces no es consciente de la lesión al no sentir dolor al estar dañados los nervios. Además, si la lesión se infecta, al estar el sistema inmune afectado, puede ser un problema muy serio.

Tratamiento:

Insulina:

  • Insulinas de acción ultrarrápida y rápida: insulina glulisina, insulina lispro, insulina aspart e insulina regular (acción rápida). No se usan en diabetes tipo 2.
  • Insulinas de acción intermedia: insuliona lispro-protamina e insulina isofágica.
  • Insulinas de acción prolongada: insulina glargina e insulina detemir.
  • Insulinas bifásicas: son combinaciones de insulinas, como ultrarrápida + intermedia y rápida + intermedia.

Sulfonilureas (glimepirida, glipizida, clorpropamida, glibenclamida, gliclazida, glisentida)Tienen un efecto hipoglucemiante al actuar sobre las célula beta del páncreas y estimulan la liberación de la insulina. Se usan en diabetes tipo 2 que no requieren insulina, sin obesidad y en casos en que la dieta no es suficiente. Se toman 30 minutos antes de las comidas.

Meglitinidas (repaglinida, nateglinida)estimulan la secreción de insulina. Se toman 15 minutos antes de las comidas.

Biguanidas (metformina, butformina): disminuyen los niveles de glucosa en sangre actuando sobre la producción hepática de glucosa y aumentando el consumo de glucosa por parte de los tejidos periféricos.

Inhibidores de las alfa-glucosidasas (miglitol, acarbosa)ralentizan la digestión de los hidratos de carbono, reduciendo los picos glucémicos postprandiales.

Glitazonas (rosiglitazona, pioglitazona):influyen en el matabolismo de carbohidratos y lípidos.

Alimentación: 55% de hidratos (en el caso de la sacarosa no pasar de 50g/día), 30% grasas (menos del 10% de saturadas), 15% proteínas y mucha fibra.

Prevención:

Mejorar los niveles de glucosa y de lípidos en sangre y obtener un peso adecuado disminuyendo la ingesta de hidratos de carbono de absorción rápida (azucar, miel, etc), distribuir los hidratos en distintas tomas a lo largo del día, comer seis veces al día y hacer ejercicio.

Pie diabético:

  • Higiene diaria con agua templada. Secar bien y sin frotar.
  • Mantener los pies hidratados. Y usar protectores solares si están expuestos al sol.
  • Mantener los pies secos. Usar productos pédicos para evitar el exceso de sudor.
  • Evitar heridas y lesiones: cortar las uñas rectas, no quitar durezas,  no andar descalzo, tener cuidado con el calzado y las costuras de los calcetines. Los zapatos deben ser anchos, flexibles y sin costuras internas. No deben dejar el pie al aire. Los calcetines mejor que sean de tejidos naturales.
  • A la menor señal de lesión acudir al médico.

Autor: Luis Marcos Nogales (farmacéutico). Febrero 2012

Fuentes: www.portalfarma.comwww.nlm.nih.gov/medlinepluswww.fisterra.comwww.cofm.es

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